Una joven de 18 años, estudiante de Quimilí, departamento Mariano Moreno, vivió una experiencia traumática que comenzó como una salida para relajarse y socializar. Mientras disfrutaba de la velada en un pub, la joven se encontró sola en una esquina del local, cuando un desconocido se le acercó para iniciar una conversación. Durante este encuentro, el hombre le ofreció un vaso con agua, que la estudiante aceptó y consumió sin sospechar lo que vendría.
Después de ingerir la bebida, la joven perdió el conocimiento. Cuando recobró la consciencia, se dio cuenta de que se encontraba en un baño, con sus prendas de vestir parcialmente bajadas y sintiendo intensos dolores en la zona de la pelvis.
Desconcertada y asustada, logró regresar a su hogar, donde entre lágrimas relató lo ocurrido a su familia. Ellos la apoyaron y la acompañaron a la Comisaría de la Mujer y la Familia Nº 9 para presentar una denuncia.
Las autoridades de la Unidad Fiscal de Abusos Sexuales y Delitos contra la Integridad Sexual fueron informadas del caso y actuaron de inmediato. Se ordenó que la joven recibiera atención psicológica y se le realizaron exámenes médicos forenses para evaluar su estado de salud. Además, las prendas de vestir de la víctima fueron confiscadas para determinar si contenían fluidos corporales, y se le solicitaron muestras de sangre y orina para investigar si había consumido alguna droga al beber el vaso de agua.
Este caso resalta la importancia de la seguridad en espacios de entretenimiento y la necesidad de estar alerta ante situaciones de riesgo.