Tucumán ultima los detalles para el traslado de presos a los nuevos complejos penitenciarios
Entre noviembre y diciembre, los nuevos complejos penitenciarios de Benjamín Paz y Delfín Gallo en Tucumán estarán listos para su habilitación, y las autoridades ya comenzaron a coordinar los detalles para el traslado de los internos. Este paso es clave para descongestionar las comisarías y el penal de Villa Urquiza, donde actualmente se alberga una gran cantidad de detenidos.
Ayer, en una reunión celebrada en el Palacio de Tribunales, participaron varias figuras clave del Ministerio de Seguridad, el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio Pupilar y de la Defensa, y representantes del Poder Judicial. El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, estuvo presente junto a su equipo, entre ellos el asesor Sebastián Tula Rizo, el subsecretario de Asuntos Penitenciarios Miguel Gómez, y el director del Servicio Penitenciario, Ramón Quinteros. También asistieron el jefe de Policía, Joaquín Girvau, y el subjefe, Roque Yñigo.
La reunión fue encabezada por el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Daniel Leiva, y los vocales Antonio Estofán, Eleonora Rodríguez Campos y Oscar Posee. Además, participaron los cuatro jueces de ejecución: Ana María Iacono, Alicia Merched, Ana Escobar y Gonzalo Ortega, junto con los fiscales Mariana Rivadeneira y Gerardo Salas, y los defensores Gustavo Paliza y Guillermo González.
El desafío del traslado de los internos
Durante el encuentro, se discutió en profundidad cómo se llevará a cabo el traslado de los presos. Según explicó el ministro Agüero Gamboa, los internos masculinos serán trasladados al complejo de Benjamín Paz, mientras que las internas femeninas y personas de género no binario serán alojadas en el penal de Delfín Gallo, que contará con un espacio dedicado para este último grupo. Este enfoque busca asegurar una distribución adecuada y atender las necesidades específicas de cada población carcelaria.
«Estamos trabajando en equipo siguiendo las directrices del gobernador Osvaldo Jaldo, en coordinación con los organismos gubernamentales y judiciales, para definir el traslado de las personas privadas de libertad que actualmente están en las comisarías hacia los nuevos complejos penitenciarios», explicó el ministro Gamboa. También destacó que estas nuevas instalaciones representan un avance significativo en la infraestructura penitenciaria de la provincia.
Fechas clave y factores a considerar
El complejo penitenciario de Delfín Gallo será entregado a principios de noviembre, mientras que el de Benjamín Paz estará listo para operar en diciembre. Cada traslado será cuidadosamente planificado, tomando en cuenta factores como la edad de los internos, su estado de salud y la duración de sus condenas.
«Los equipos de fiscales, jueces de ejecución y defensores, junto con el personal del Servicio Penitenciario, están trabajando para priorizar el traslado de personas con condenas más largas y aquellas con condiciones de salud delicadas, para evitar el agravamiento de sus patologías», explicó Gamboa.
Además, se estima que una vez entregados los complejos, el personal penitenciario necesitará unos diez días para poner en pleno funcionamiento las instalaciones. La meta es que, antes de las fiestas de fin de año, todos los internos estén reubicados en sus nuevos lugares de detención.
Un avance histórico en la seguridad de Tucumán
Gamboa subrayó la importancia de estos nuevos complejos penitenciarios, ya que hace más de 100 años que no se construían instalaciones de este tipo en Tucumán. Este proyecto busca, además de mejorar las condiciones carcelarias, liberar las comisarías para que puedan volver a cumplir su función original de prevención del delito.
«Con estas nuevas instalaciones, estamos dando un paso fundamental para descongestionar las comisarías y permitir que se enfoquen en su tarea de seguridad. También vamos a poder disponer de más personal policial para seguir fortaleciendo la seguridad en la provincia», agregó el ministro.
Los complejos penitenciarios de Benjamín Paz y Delfín Gallo son considerados una de las obras más importantes en materia de seguridad en Tucumán en los últimos tiempos, marcando un antes y un después en la gestión penitenciaria de la provincia.