«Puttering»: la práctica simple que reduce el estrés, fomenta la creatividad y mejora la salud mental
En un mundo donde la productividad y el ritmo acelerado dominan la vida cotidiana, surge una práctica simple pero poderosa: el puttering. Lejos de ser una pérdida de tiempo, esta actividad consiste en realizar tareas sencillas y sin apuro, como reorganizar libros, cuidar las plantas o preparar un café. Según especialistas, esta forma de “remoloneo productivo” puede generar importantes beneficios para la salud mental y física.
¿Qué es el puttering?
El puttering no busca resultados inmediatos ni expectativas altas. Es un momento para realizar actividades relajadas que permiten a la mente desconectarse del estrés diario. La psicóloga española Beatriz Galván explica que el estrés crónico, caracterizado por la liberación constante de cortisol y adrenalina, puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo y mente si no se contrarresta. “Tomar pausas durante el día ayuda a reducir la sobrecarga muscular y mental,” afirma.
Los beneficios del puttering según la ciencia
Reducción del estrés:
El puttering disminuye los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés. Según un estudio publicado en el International Journal of Behavioral Medicine, realizar tareas relajadas ayuda a mitigar la ansiedad y a mejorar el bienestar general.
Fomento de la creatividad:
Investigaciones de la Universidad de California destacan que cuando la mente no está ocupada constantemente, se abren nuevas conexiones neuronales. Esta pausa mental puede impulsar ideas innovadoras y mejorar la resolución de problemas.
Salud cerebral:
La Universidad de Harvard señala que cuando nos desconectamos de actividades exigentes, el cerebro activa la red en modo por defecto, un sistema neuronal que favorece la memoria y la solución de problemas. Este estado es similar al que se alcanza durante la meditación.
Puttering: más que una pausa, un acto de autocuidado
La instructora de mindfulness Ana Fernández-Cid define el puttering como una forma de autocuidado esencial: “No es tiempo perdido, es tiempo para recargar energías y cuidar nuestra salud mental.” Esta práctica permite al cerebro procesar pensamientos inconscientes, reflexionar y descansar de los estímulos constantes de la vida moderna.
En esencia, el puttering es un «vacío programado,» un momento en el que no se busca ser productivo, sino reflexionar o simplemente recargar las pilas. Muchos lo ven como una especie de meditación libre, sin necesidad de guía o estructura.
¿Cómo incorporar el puttering en la rutina?
Dedica unos minutos al día a tareas simples y sin apuro.
Evita distracciones como el teléfono o la televisión.
Enfócate en disfrutar el proceso, no en el resultado.
Ya sea reorganizando una estantería, paseando sin rumbo por el jardín o simplemente disfrutando de un momento tranquilo con una taza de té, el puttering puede ser la clave para mejorar tu bienestar.